Tan compasivo es el señor con los que le temen, como lo es un padre con sus hijos. Él conoce nuestra condición; sabe que somos de barro
Salmo 10: 13, 14.
A veces vamos tan rápido que no nos da tiempo a parar y pensar en lo terriblemente afortunados que somos, con el simple echo de despertar bien y en un hogar somos más que afortunados.
Gracias vida
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