Hoy fui a un lugar precioso a tomarme un batido caliente, cuarenta y cinco minutos en coche y mientras veía los árboles y las líneas blancas del camino, observé;
un camino que se abre y te empuja a seguir hacia adelante
vi ese rayito de luz que se cuela entre las hojas
el sol como empujaba lejos todas las nubes que opacaban el día
y sentí el aire fresco que arrastraba las hojas del suelo…
Siento que me esfuerzo a consciencia en aprender todos los senderos que me lleven a la paz , abrazar con fuerza ese bosque que llevo dentro.
Ahora soy un corazón que buscar la luz por sus grietas, que sigue aprendiendo a perdonar y coser las heridas.
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