Muchas personas descubren el mundo viviendo en la calle, viajando, conociendo gente; y otras personas descubren el mundo explorando en su interior, en sus sentimientos, mirando desde adentro... es hay donde te das cuenta que en el camino hacia uno mismo hay tantas fases que van y vienen, y el sendero acaba tomando forma de laberinto, en donde un día tomas conciencia de tu manera de vivir para sentir la felicidad.
Cuesta encontrar la medida exacta de la felicidad. Pero se que la medida de mis sueños y la de mis ganas tiene el tamaño del sonido de la risa de mi madre.
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