Puedo sentir ese tsunami que arrastrará los pedazos de mi alma para llevárselos al fondo y oscuro mar. Me voy convenciendo cada vez más de que yo misma me rompo cada cierto tiempo para ver que puedo acomodar y así con mis propios latidos llenar mis vacíos.
Mi reloj lleva mucho tiempo girando y aún así siento que retrocede mis nuevos caminos, manecillas que giran y giran para hacer frente a la vida. Hoy soy una hoja de invierno, una hoja que cae con el viento mientras hace que todas las memorias aterricen en mi presente de calma… Hoy Brindo por las memorias que quedan en el corazón y en el alma.